Una historia real que parece ficción

Esta es la historia de Wojtek, el oso que luchó contra los nazis.

Colen Argudín
3 min readJul 10, 2021

Soy una asidua lectora de las historias de ficción, pero también de los testimonios sobre hechos reales, y es que como dice el refrán “a veces la ficción supera la realidad”

Suelo pasar largas horas en Boukker leyendo buenas historias; algo que adoro de esa plataforma es descubrir nuevos autores y obras frescas que se suben a diario, sobre todo después de que han publicado la nueva versión 2.0, y a Kathe.

Con esta nueva inteligencia artificial “Kathe” en la plataforma no solo he descubierto a creadores brillantes a través de sus recomendaciones en forma de post y carruseles, sino que ha venido a revolucionar por completo el Buscador de Boukker, el cual permite ahora hacer búsquedas por similaridad semántica y otras muchas opciones, convirtiéndose en el primer buscador de literatura en implementar este tipo de tecnología.

Hace algunos días estaba haciendo búsquedas al azar en ese nuevo buscador, y se me ocurrió escribir “historias reales que parecen ficción” como el título de este post. Entonces me apareció una adaptación de esta historia real que hoy les contaré. No voy a citar la adaptación que leí en Boukker, sino que escribiré la historia completa tomada de otra fuente:

Durante la Segunda Guerra Mundial, la URSS liberó 40.000 soldados y 26.000 civiles que habían sido apresados durante el ataque a Polonia. Muchos de estos militares se unieron al ejército británico en Palestina. En Irán país donde Reino Unido tenía presencia militar aunque oficialmente se mantenía neutral, los soldados se reorganizaron en dos divisiones que serían destinadas al Líbano y a Palestina, para ello les esperaba primero una penosa marcha a través de los montes Zagros, la abrupta cordillera que separa Irán e Irak.

Durante esa marcha se produjo un curioso hecho: los soldados se encontraron un niño kurdo que llevaba un osezno en un saco; la madre del cachorro, había sido muerta por cazadores.

El animal estaba débil y enfermo, lo que seguramente despertó la compasión de los soldados polacos, que sabían muy bien lo que era pasar penurias.

Uno de los soldados lo llamó Wojtek, ofrecieron al niño algunas vituallas a cambio de quedarse con el osezno y así el oso pasó a formar parte del escuadrón, como mascota.

En el camino, sus condiciones de salud fueron mejorando gracias a un biberón que innovaron a partir de una botella de vodka, con el que lo alimentaron.

Wojtek finalmente fue alistado como soldado en el ejército polaco,lo llevaron a un barco de transporte británico. y se le dio su propia nómina, número de serie, y rango igual que un soldado cualquiera.

A menudo dormía en litera con la infantería, le daban a beber cerveza, e incluso ayudaba a transportar sumnistros y cajas de municiones.

Después de la guerra lo colocaron en el zoológico de Edimburgo, donde vivió el resto de sus días hasta que murió a los 21 años.

Referencias:

  1. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/wojtek-oso-soldado-segunda-guerra-mundial_15256
  2. https://www.abc.es/historia/abci-soldado-wojtek-201209280000_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fes.quora.com%2F

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Colen Argudín

Me gusta escribir y comer. La literatura es la sal de la vida.